jueves, 28 de junio de 2012

¿ NAVARRA 1512 ?

En «notas gramaticales y toponimia no latina en Asturias, Cantabria, León y Palencia», Ramón Sordo Sotres describe que, según Plinio, los antiguos habitantes de lo que hoy es Asturias denominaban zeldones ~ thieldones  a los equinos que los romanos renombraron como asturcones y relaciona sin duda el termino con el vocablo euskara zaldi (caballo) en un obvio origen compartido con el alemán zelter.

Su importancia es tal que el investigador experto en toponimia y lexicografía lo define como el testimonio no epigrafito más antiguo de una lengua vasca o emparentada directamente con ella, y también de su fecunda relación intercultural tanto con las indoeuropeas como con el resto de culturas existentes.

Esta aseveración viene a coincidir con los numerosos hallazgos desenterrados por arqueólogos e estudiosos del tema, de tal forma que a día de hoy podríamos afirmar que existen evidencian más que fehacientes de esa interconexión existente desde los tiempos más remotos entre los de aquí y los de allí… y los de más allá.

Porque si algo debemos tener claro es que ya desde las más tempranas edades de la existencia humana, nos hemos mezclado y re-mezclado una y mil veces los unos con los otros amalgamando sabiduría y enfermedades por partes iguales, de tal manera que no va a ser nada fácil saber quien estuvo antes… o quien llego por detrás.

¿Quién desplazo a quién? ¿De quien es qué? ¿Y tú de quién eres hijo? ¿Y qué más da?

La Historia, tal y como la conocemos, no deja de ser más que un extenso puzzle incompleto de piezas que muchas veces se empeñan en no encajar, aunque algunos se aplican en darle extrañas formas para que a fuerza de aparentar, nos parezcan más autenticas. Aunque, la verdad, de tanto dividir termina siendo más incongruente.

Puzzle de medias verdades, de exaltación y ocultación a partes iguales, donde priman intereses de difícil calificación por encima de la exactitud de los hechos tratados y de los que, idiotas y estudiosos, todos acabamos siendo profanos. 

Así, por ejemplo podemos medio afirmar que allá por el año en el que Pelayo resistía en la santa cueva de Picos, un tal Enneco Enneconis, hijo de un tal Jiménez, llegó al primer trono de Pamplona gracias al apoyo de con quien su madre se había casado en segundas nupcias, un muladí islamizado a la lengua eterna e increada del Coran (y que parece poco probable tenga algo que ver con el bendito Euskera) para abrazar las costumbres musulmanas.

Medias afirmaciones, porque su hijo, García I, forzosamente educado en Córdoba, apresado por los vikingos y aliado del rey Ordoño I de Asturias, abandonó las antiguas coaliciones con los muladíes que habían protegido a su padre, para dedicarse a guerrear contra el Islam y, ”como quien no quiere la cosa”, puso las primeras piedras del archiconocido Camino de Santiago… una vieja senda que ya era recorrida en la Edad de Hierro por los Druidas Celtas de toda Europa en busca de los conocimientos ubicados allí donde el sol se hunde en el mar y la tierra llega a su fin.

Curiosidades o medias realidades interesadas. Como el hecho de que Sancho Garcés I ocupase ese mismo trono navarro con la ayuda de Alfonso III de Asturias, para luego invadir las tierras de Aragón ignorando a los que defendían el derecho a permanecer en ellas y ampliando sus fronteras por los cuatro costados mediante una serie de campañas militares hasta llegar a tierras riojanas.

Pero la Historia es tan incauta que alcanzada la máxima extensión del Reino de Navarra, abarcado casi todo el tercio norte peninsular, el testamento de su Rey Sancho Garcés III quisiera dividir ese enorme Reino Independiente entre sus hijos; esto es, Navarra para García Sánchez III , León para Fernando I de Castilla, Aragón para Ramiro I y Ribagorza y Sobrante para Gonzalo Sánchez. ¿Alguien duda de las causas de que el testamento paterno nunca fuera respetado y que cada hermano, dueño de los territorios que le fueron concedidos, entablase disputas territoriales con los otros herederos?

Historia incauta y muchas veces inoportuna. De lo contrario se hace difícil entender cómo puede ser que los propios navarros independientes, más o menos por el 1076,  no queriendo ser gobernados por quien parecía que le debía corresponder, eligieran como su rey a Sancho Ramírez…para incorporar el reino de Pamplona al de Aragón, talar los campos de Zaragoza, repoblar (¿o debo decir colonizar?) las hermosas tierras del Cinca. Tan inoportuna como que tan solo treinta años más tarde, ese mismo pueblo independiente, aclamara a su Rey (hijo del elegido) como el batallador porque «en Espayna no ovo tan buen cavallero que veynte nueve batallas vençió» y le permitieran autoproclamarse «Emperador de León y Rey de toda España»

Evidentemente, muchas veces la Historia no es como se cuenta sino como queremos que se cuente.

Y muchas son las cosas que han pasado en estos últimos ¿7.000 años? para contarlas tan a la ligera. Mucha agua y muchas vueltas… y vueltas… y vueltas. Y para bien y para mal, todas esas aguas, amalgama de enfermedad y sabiduría.

Por estos motivos, y por muchos más, me sorprendente (y no) que los ultras del nacionalismo defiendan sin ningún rubor que en los inicios del siglo XXI pueda pervivir una supuesta conciencia nacional entre los vascos y vascas, navarros todos, por la añoranza de un Reino Milenario que fue conquistador y conquistado… colonizado y colonizador.  A pesar de la podredumbre ideológica con la que se auto- alimentan, sorprende, y no, que se crean que en el fondo de episodios como las Guerras Carlistas subyace la tensión entre una nación conquistada y el estado que la oprime. Tan sorprendente, y no, como afirmar que la participación vasca en el genocidio indígena de las ocupaciones en América era producto de nobles navarros sometidos a la Corona Imperialista.

Sorprende, y no.

Pero de lo que estoy seguro y no debe sorprender a nadie, es que en 1512 se engendraron las mayores de las atrocidades imaginables en el santo nombre de la patria y bajo banderas de múltiples colores. Pero espero que tampoco nadie se sorprenda por mi siguiente afirmación sobradamente contrastada;

… estas atrocidades, ni fueron más crueles, inhumanas y sanguinarias que las que se promovieron antes… ni más que las que se obraron después en nombre de naciones y nacionalidades…

¡Qué pena que hayamos perdido el bello y fecundo origen de los thieldones!!!!


Escrito por Tony: landaigo@gmail.com

domingo, 24 de junio de 2012

La violencia es el recurso de los incompetentes

Mineros en lucha
Mineros en lucha (Fuente: Finanzas.com)
  

El gobierno quiere eliminar las subvenciones a la minería. Oooootro recorte más... Esto supondría el cierre de las minas, y por lo tanto, la pérdida de empleos y el abandono de regiones enteras, donde sus habitantes dejarían de trabajar (tanto de manera directa como indirecta). Por eso, los mineros están en pie de guerra (literalmente).

Lo cual parece lógico, si tenemos en cuenta el nulo futuro al que lleva el gobierno de Rajoy a familias y pueblos enteros.

Y sí, estoy a favor de esta subvención a la minería; igual que apoyo la subvención a otras tantas actividades de interés para el país y (sobre todo) para sus paisanos como ganadería, la agricultura, la pesca, los automóviles, la I+D, ¡hasta la energía nuclear! (esa última no la apoyo, pero sí se subvenciona).

Sin embargo, no puedo estar de acuerdo en los métodos de protesta de los mineros.


La violencia no es éticamente aceptable

La violencia no es eficaz, porque "la violencia da la espalda a la esperanza". La violencia no es en absoluto ninguna solución contra la violencia de unos tiranos y contra la violencia de los mercados. Ninguna sociedad avanza con violencia, al contrario, involuciona. Por eso no es eficaz la violencia. 

La indignación, el enfado, el cabreo, todos esos sentimientos, se deben canalizar hacia otras vías que permitan a todos los seres humanos hacer efectivos sus derechos humanos (que son inalienables por muy alta que sea la causa) y hacer que la sociedad avance en paz y en libertad para todos y cada unos de sus integrantes.

Porque ¿Quien puede poner precio a los derechos de otra persona (del antidisturbios, del gobernante, del minero)? ¿Quien valora y como valora los "daños colaterales" que esta violencia genera? ¿En que punto se puede considerar que el trabajo de uno mismo está por encima del trabajo de otros?

La violencia no es útil para la causa

El interés mediático en la violencia
El interés mediático en la violencia
En pleno siglo XXI las formas de protestan decimonónicas no afectan al patrón, ni al gobierno, ni a las élites. Les resbala. Una predada más, una cohete menos, un antidisturbios arriba o uno abajo, no influyen más a la opinión pública que otras acciones bien dirigidas mediáticamente.

Claro, los medios de comunicación prefieren un charquito de sangre para ilustrar la noticia.  Y eso lo da una buena algarada. Una buena barricada ardiendo con humo negro también es válido. Violencia en general, vamos. Pero el problema es que la noticia pasa a ser el charquito de sangre, no la reinvindicación original.

Un antidisturbios herido no afecta al gobierno, que puede mandar mil más. Una carretera cortada no afecta a nadie más que al currela que tiene que ir a su puesto de trabajo.

Por eso, la violencia no es efectiva.

La violencia ni es ética ni es efectiva

Y no, no digo que los mineros se queden callados y aguanten. Ni tampoco se lo digo a los ciudadanos que sufrimos recortes en sanidad, en educación, en libertades, en infraestructuras, en servicios... Hay otras maneras de protestar, que incluso son más dañinas para el gobierno de turno; hablo de boikots, hablo de insumisión fiscal, hablo de manifestaciones, de ruido social, de generar opinión pública contraria al gobierno, de visibilización permanente del cabreo, de huelgas, de paralización de servicios gubernamentales...


Pero la violencia, no.

jueves, 21 de junio de 2012

Una fuerte sensación de déjà vu en la zona euro


Cuando todavía estaba en el éxtasis del resaconazo de saber que Grecia y Alemania se enfrentarán en la Eurocopa de futbol, llegó la crisis y me bajó el nivel de alcohol en sangre.

Apenas unos días después de conocer la celebración de tal encuentro deportivo, The Daily Telegraph y The Guardian anunciaban que los líderes de la Unión Europea (UE) estaban pensando en un rescate para España e Italia. En concreto “usar dos fondos de rescate para comprar deuda española e italiana por un valor de 600 billones de libras”. (Cinco Días, 20-6-2012)

“El Banco de Inglaterra ha indicado a los responsables a prepararse para un ataque devastador del mercado como la que se observó en el colapso de Lehman Brothers”. (The Daily Telegraph, 20-6-2012,noticia)


Mario Monti sugirió esta opción en la cumbre del G20, la prensa británica se ha hecho eco e indica que se podría poner en marcha en los próximos días. Bruselas, mientras tanto, niega que vaya a realizarse este rescate.

Rápidamente me he puesto el batín, las cotorruelo con flor de lis, el pijama de tartán escocés y una copa de brandy. El momento lo exigía y pensar en lo que diría el desgobierno de Mariano Rajoy lo requería.

El orgasmo del observador amateur no tardó mucho en llegar. Básicamente lo que tardó la Comisión Europea (CE) en desmentir tal noticia. Tal vez porque la CE realmente quiere decir: “Esa noticia es falsa. No habrá rescate de 600 billones de libras sino de 600 billones de euros”. Sin duda que sean libras le da un toque chic. Señorial, mejor dicho.

La negación del macro rescate llega a ser como una bofetada a la inteligencia. Debemos recordar que los rescates irlandés, portugués y griego también fueron negados. Casi tanto como Pedro negó a Jesús.

Nada como negar la evidencia. Pero no solo los medios británicos auguran una situación aún más complicada para España. La cadena estadounidense CBS “cree que la cuenta atrás para España empezó cuando su bono superó el 7% y calcula que quedan apenas 20 días para evitar su caída”. (Radiocable.com, 20-6-2012,noticia)

Bajo este marco comparable, en el que solo me falta la chimenea con un pequeño fuego para acompañar la lectura de los tabloides british, descubro que Donald Trump en una entrevista televisiva a la cadena CNCB “ha defendido que Europa representa una gran oportunidad para los inversores internacionales, ya que se puede conseguir todo a cambio de nada, al mismo tiempo que ha animado a aprovecharse de que España, un lugar asombroso, tiene fiebre”.  (Cinco Días, 20-6-2012)

Es ver el desarrollo de los rescates anteriores y “existe una fuerte sensación de déjà vu en la zona euro”. (Financial Times, 20-6-2012,noticia)

Las predicciones del G20 tampoco ayudan demasiado pues según su evaluación “España necesitará “medidas adicionales” para estabilizar, o empezar a reducir, su nivel de deuda pública en 2016”. (El País, 20-6-2012, noticia)

La democracia ha saltado por los aires, las cifras de rescates no paran de ascender y Mariano Rajoy no da ni una mísera rueda de prensa cuando tiene que hacerla. La democracia liberal es más liberal que democrática.

Pero no pasa nada, nadie podrá quitarnos el morbo de ver a los jugadores griegos frente a los germanos.

viernes, 15 de junio de 2012

Un análisis urgente, crítico y riguroso de los primeros meses del Gobierno del PP

La llegada a la presidencia del Gobierno de Mariano Rajoy ha supuesto la puesta en marcha de una cascada de medidas de política económica completamente distintas a las que habían prometido en los últimos años. Medidas, además, sujetas a los mismos dictados europeos de los que prometió liberar a España si gobernaba.


Una vez más, los españoles fueron a votar atraídos por el ideario de un partido y luego descubrieron que, cuando gobierna, el Partido Popular hace justo lo contrario de lo que promete.


PDF aquí

El programa oculto de Mariano Rajoy no era igual al anterior de José Luis Rodríguez Zapatero, sino mucho peor y mucho más duro para las clases trabajadoras: congelaba pensiones básicas, concedía más ventajas a los bancos, a las grandes empresas y a los grandes defarudadores fiscales, ponía en marcha la reforma laboral más agresiva de nuestra historia y aprobaba unos Presupuestos Generales con los mayores recortes de los últimos treinta años.


"Lo que España necesita" (V.Navarro, J.Torres y A.Garzón) descubre los incumplimientos del PP, pone de relieve la falta de fundamento de las políticas de recortes -mostrando por qué sólo benefician a las clases altas- y propone, además, las medidas que España necesita para salir de la crisis, crear empleo y mejorar nuestro maltrecho orden democrático.

Rogamos su lectura y difusión. No es posible salir de la situación en la que estamos sin hacer que la población tome conciencia de lo que verdaderamente sucede y de que hay alternativas a las medidas que se están adoptando solo para satisfacer a los de arriba.


(Sinopsis de Ediciones Deusto sobre lo nuevo de Navarro, Torres y Garzón)

domingo, 10 de junio de 2012

La otra batalla ideológica en Euskadi

De cara a los próximos meses necesitamos reforzar nuestro discurso ideológico de país y adaptar el proyecto del PSE-EE al nuevo escenario de la política vasca que ha surgido tras los resultados de las elecciones municipales y forales, así como tras las consecuencias del comunicado de ETA el 20-O y la victoria del PP el 20-N.

Es cierto que se está haciendo una buena gestión por el Lehendakari y su Gobierno, pero la ciudadanía, me temo, no irá a votar motivada por la gestión realizada. Ni siquiera en reconocimiento a un Lehendakari socialista que no ha jugado a confrontar, ni al frentismo. Ojalá me equivoque pero así veo la situación.

Después de largos años, el centro de nuestro proyecto ya no se sitúa en acabar con ETA, ni en lograr la paz. Aun siendo cierto que resta un largo camino para asentar la paz y aunque esté pendiente la disolución de ETA, para la gran mayoría de la ciudadanía "eso ya está conseguido". Se acabó, tenemos que provocar la movilización ciudadana para frenar el secesionismo y las incertidumbres que conlleva.

Tampoco somos ya la referencia atractiva de un PSOE que gobierne en España frente a la derecha. Y por distintas razones, como los errores en la gestión de la crisis por el gobierno de Zapatero y las denuncias surgidas de movimientos del tipo 15-M que han calado en sectores de la sociedad española como se refleja en las encuestas. Me refiero a las críticas a los comportamientos de los Partidos por la falta de transparencia, por sus actitudes partidistas y por los casos de corrupción). Sin olvidar el rechazo que suscitaba entre nuestros votantes el acuerdo suscrito con el PP por la gobernabilidad de Euskadi. Por todo ello, la identidad de izquierda del PSE-EE se ha visto resentida.

Es evidente que las cosas han cambiado mucho en estos 3 años. Entonces, ¿cual podría ser el discurso novedoso que refuerce el proyecto del Socialismo Vasco en las próximas elecciones?

En mi opinión, es muy necesario preparar bien el combate ideológico y emocional al secesionismo, al independentismo soberanista que busca la fractura social entre vascos . Y lo tendríamos que hacer desde la defensa de la convivencia entre diferentes, la defensa del autogobierno plasmado en un Estatuto de Autonomía objeto de desprecio por el nacionalismo y la búsqueda de la integración y la cohesión ciudadana. Por ahí debería el PSE-EE profundizar en su discurso.

A modo de ejemplo, recuerdo que hicimos una muy buena gestión en el Ayto de San Sebastián, con un gobierno transversal de izquierdas. Y sin embargo, los electores nos dieron la patada. Nos faltó enfatizar un discurso propio, más ideológico que no partidista, y explicar lo que se jugaba la ciudad. Me equivoqué al pensar que los donostiarras valorarían por si mismos la buena gobernanza y el modelo de ciudad que habíamos creado. Y no tuvimos en cuenta la gran incidencia de fenómenos políticos del momento que se volvieron en nuestra contra.

Olvidemos las encuesta sobre intención de voto en las elecciones vascas. Queda mucho partido por jugar, lo sé. Ahora que tenemos el necesario divorcio liberador del PP, busquemos factores emocionales con los que llegar a la ciudadanía, planteamientos y argumentos novedosos para responder a las amenazas soberanistas que pueden impedir la construcción del clima de convivencia que necesita Euskadi. Es el complemento imprescindible al proyecto de modelo de país que plantea Patxi Lopez desde la izquierda para luchar contra la crisis.

Una consideración final pero importante para sumar apoyos y recuperar un papel sustancial en el futuro de Euskadi. Necesitaremos que el PSOE acierte con su estrategia ante el PP en la lucha contra la crisis. Una estrategia que ha de incluir propuestas para la regeneración de la política y de los Partidos, para la mejora real de la calidad de la democracia y la investigación a fondo y valiente de casos como Bankia. Y siempre antes de que los indignados, que son legión, nos lleven por delante con sus iniciativas.

Lo cierto es que el documento que he elaborado para alimentar este debate ya está disponible para la dirección del PSE-EE. Faltaría el estudio que ha puesto en marcha la Fundacion Mario Onaindía sobre los costes, contradicciones y perjuicios del proceso secesionista y de la independencia. ¿A qué esperamos para trasladar nuestras reflexiones a la sociedad vasca?



Escrito por Odón Elorza: odonelorzag@gmail.com

jueves, 7 de junio de 2012

Un país sin vergüenza

El Presidente del Tribunal Supremo gasta dinero público (más el gasto que ocasionan siete escoltas) en cenorrios en la muy nobre y honrada Marbella para intentar engatusar a un jovencito. Ultracatólico, le nombró un gobierno del PSOE. Un tal José Luis Olivas -que fue presidente de la Generalitat de Valencia- ha arruinado tres bancos: Bancaja, Banco de Valencia y de paso Bankia-La Caja del PP. El famoso Paco Camps sigue en la calle, podrá ver la Fórmula 1 mientras se recorta en I+D+i, Sanidad y Educación. Fabra, el cacique de Castellón, construyó un aeropuerto sin aviones. Gestores políticos del PSOE arruinaron Caja Castilla-La Mancha y ayudaron a promover el aeropuerto privado de Ciudad Real, también sin aviones. La Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia está infrautilizada: 1.100 millones. 94 de estos 1.100 millones han servido para pagar al arquitecto Calatrava. Dos ex-presidentes dos autonómicos del PP de Baleares (Cañellas y Matas) siguen en la calle a pesar de haber sido condenados por corrupción. El Bigotes y el Correa (los brazos ejecutores Gürtel-Financiación ilegal del PP) también están en la calle. Bankia-La Caja del PP era un modelo de gestión, hace un mes sus balances reflejaban un beneficio de 300 millones en 2011. Ahora, en junio, parece ser que ha perdido 23.000 millones. El responsable es Rodrigo Rato, va a cobrar una indemnización de 1.2 millones de euros por los servicios prestados. Otros altos directivos de Bankia-La Caja del PP cobrarán 14 millones de euros (sí, 14 millones de euros). Todos estos están en la calle. Calle que si conocen las miles de familias desahuciadas que cometieron el error de pensar que eran ricos y que podían tener una casa en propiedad. Rico era el anterior presidente de la CEOE, Díaz Ferrán que a pesar de tener una nutrida colección de coches de lujo se declaró insolvente para no pagar a sus trabajadores. También sigue en la calle.

El valedor político del PP de Valencia de los que usaban los fondos de la Cooperación al desarrollo para comprarse lofts y Cayennes sigue siendo portavoz en Las Cortes de Valencia (aunque parezca lo contrario, Las Cortes de Valencia no tienen nada que ver con Las Cortes de Bilbao). Los gestores de la empresa de aguas de Valencia esquilmaron 40 millones de euros para gastárselo en traductoras rumanas con las que compartían habitación de hotel (sic). Rita Barberá será reelegida por el pueblo valenciano aunque los gestores de Emarsa (todos del PP) los puso ella. Joseba Egibar se abraza en el Parlamento con aquellos ex-afiliados del PNV que junto a ertzainas se dedicaban a espiar a políticos. El miembro de la familia real Iñaki Urdangarin -alavés e hijo de un afiliado del PNV y pésimo gestor de la Caja Vital, q.e.p.d.- era contratado por equipos de futbol para que les asesorara. 800.000 euros a cambio de un powepoint de 12 páginas realizado por un becario al que pagaban en negro. Los equipos de futbol deben más de 700 millones de euros a una seguridad social deficitaria. Para tapar otros agujeros el PP ha decidido que el dinero del narcotráfico, la prostitución y la especulación inmobiliaria puede ser blanqueado al módico precio del 10 %.

Podría seguir, pero no es necesario. No por mencionar más escándalos va a pasar algo. Al contrario, en España nunca pasa nada, nunca se pagan responsabilidades. Este país ha perdido la vergüenza. Gran parte de la clase política ha perdido el respeto a las instituciones y a los votantes. Acumulamos escándalos una tras otro sin ningún problema. Situaciones que en la Europa a la que queremos emular supondrían dimisiones en cadena, aquí solo suponen editoriales interesadas de uno u otro signo –según el caso-. Solo hay que aguantar el temporal un par de semanas y a seguir Livin’ La Vida Loca.

La respuesta de la mal llamada oposición del PSOE es contundente, mucho: en el caso de Bankia-La Caja del PP, el escándalo del agujero de cuatro billones de pesetas se puede solventar con unas comparecencias en el Parlamento. Lo de Dívar, hombre, “se puede pedir la dimisión si no comparece”. ¿Los desahuciados? “Dejemos que se encarguen los del 15-M, que eso de protestar no es de políticos de Estado”. ¿Manifestarse delante de las casas de los arruinadores de cajas que se llevan 14 millones de indemnización? “Vaya, otro de la ETA”.

Se está analizando con detenimiento cuáles son los problemas y los retos a los que debe enfrentarse la socialdemocracia en Euskadi, España y Europa: adoptar un modelo económico propio, abrir a la participación de militantes y ciudadanos en los partidos y en el conjunto de la sociedad, rearme ideológico… Pero creo que la socialdemocracia, el PSOE, tiene que presentar una batalla atroz a todo el cúmulo de desvaríos y escándalos que salpican todas las instituciones del Estado. Tiene que ser el pepito grillo de la desclasada, desnortada y desentendida sociedad española. Tiene que ser la palanca de la recuperación de esa terrible sensación de ponerte rojo de indignación y vergüenza ante un escándalo.

Pero esto no se consigue de la noche a la mañana. Es un proceso largo. Pero es la responsabilidad histórica de la Izquierda aportar la dignidad y la honradez que le falta a la derecha. Una responsabilidad acentuada con el hecho de que el PSOE ha gobernado 22 de los 37 años de democracia. Si nunca pasa nada, si parece que hay una estrecha vinculación entre bastardos intereses políticos y financieros, si dimitir es un verbo que no se conjuga y que desaparecerá en la próxima edición de la RAE, algo de esto será por culpa del PSOE. Todos somos conscientes de que Pablo Iglesias se revolvería en su tumba si viera el comportamiento de parte de las élites políticas de la Izquierda: su condescendencia con el derroche de dinero público en proyectos inservibles o no estudiados, la hipocresía entre lo que se predica y cómo se vive, la creación de una nueva generación de señoritos bajo el paraguas del progresismo, la manera de entender el sindicalismo… Solo un dato: en el consejo de Bankia se sentaban un sindicalista de UGT, un miembro de IU y otro del PSOE.

Sí, el socialismo tiene que liderar otra ética de lo público en la que la austeridad, la honradez sean los principios motores. El socialismo debe ser ejemplarizante en sus cargos públicos y orgánicos, ser coherente con lo que se defiende. Nadie dice que un socialista no tenga derecho a una buena casa, unas buenas vacaciones y un buen coche pero de ahí a la impudicia del lujo o a la altivez con el que menos tiene hay un trecho.

Una nueva ética política en la que las decisiones sobre determinadas políticas e inversiones públicas se hagan de acuerdo a estudios y evaluaciones rigurosas y reales con claros parámetros de coste-beneficio. Es necesario establecer nítidamente la relación entre mala gestión y responsabilidades penales. Hay que armar y empoderar al Estado para que tenga herramientas para enjuiciar y encarcelar al prevaricador, al corrupto y al ladrón de guante blanco; impulsar un estricto Código del Buen Gobierno y del Buen Gobernante. Ha llegado el momento en el que es preferible pasarse de puritano e integrista que permitir tanta manga ancha, tanto mirar para otro lado, tantos delitos demostrados pero prescritos.
Si la Izquierda no lidera este cambio, no lo hará la derecha, no lo harán los empresarios, no lo harán los medios de comunicación (ya sean los de Pedro J. o Cebrián). Para la nueva ética de la responsabilidad política es necesario convencimiento, pedagogía y paciencia porque habrá que superar muchos obstáculos. Quiero pensar que en el seno de la Izquierda y de los dirigentes del PSOE existe este convencimiento. Si no fuera así habría que hacer tabla rasa de dos generaciones de políticos que han dirigido España durante 22 años. Dos generaciones: una que miró para otro lado cuando Juan Guerra ocupaba un despacho en la sede de la Junta de Andalucía, y otra que consintió el nombramiento de un consejero en Bankia. A grandes males, grandes remedios.



Escrito por R.Martín: rucarezkerretik@gmail.com

martes, 5 de junio de 2012

De borrachos que buscan llaves bajo la farola

Chicas, chicas: agarraros que vienen curvas. En el hipotético caso de que pagáramos todos, el agujerito del esperpento Bankia nos va a salir, cuanto menos, a más de 500 euritos por barba. Y ya hemos asumido — bravo por la manipulación a la que se nos somete— que así ha de ser. En fin, Gora Islandia! Ojala sólo sean éstos 500, porque visto el carrusel de trolas con las que el chiringuito patrio nos inunda a diario, a saber qué novedad chusca ocupará los titulares de mañana.

Corren ríos de tinta más o menos bien documentados que dan muchas perspectivas de lo que está pasando en Bankia en particular y en el sufriente paisito en general. Los análisis que diagnostican la situación tratan de explicarnos lo que ha pasado y nos está pasando. La verdad, es que ningún achuchón o taran-tantán sistémico anterior del capitalismo habrá tenido tanta cobertura mediática y ciudadana como el síncope por el que transitamos. Luego felicitémonos al menos porque la ciudadanía — aunque se la estén calzando—, por lo menos está informada. (Es harina de otro costal el que lleguemos a entender realmente el tejemaneje que se ha urdido a lo largo de la acción de muchos años; pero bueno).

A la luz de lo que leemos y escuchamos, asusta que, por un lado, las recetas, tratamiento y estrategias que se barajan para nuestro paisito prometen más que el sangre, sudor y lágrimas churchilianos: un cambio de reglas de juego en toda regla, una involución democrática al cubo y una ruptura de facto del contrato social; y acojona, que por otro lado, desde la democracia liberal no seamos capaces de estructurar una alternativa al paradigma económico, ecológico, social y político capitalista actualmente imperante en la piel de toro y que nos ha traído hasta esta zozobra colectiva.

El deseo.

Me pregunto si será posible aspirar a nuevas políticas económicas, nuevos valores económicos, salirnos del capitalismo desde las instituciones democráticas liberales. Desde luego, es necesario. Porque ya se nos ha caído la venda de los ojos y vemos que otros caminos son necesarios. ¿Acaso podemos esperar honestamente que el turbocapitalismo tecnocrático hiperacelerado global en el que estamos nos sirva como herramienta para hacer personas ciudadanas libres con plenos derechos? Sabemos que no sirve y que su deriva nos lleva hacia un estadio bien diferente. Lo que no sabemos es cómo superarlo y trascenderlo.

Las democracias liberales están siendo fagocitadas y metamorfoseadas por una loca máquina omnicomprensiva hiperproductivista que es el capitalismo, que reduce la persona a útil de producción prescindible, manipulable, descartable, que convierte la persona en temerosa y neurótica competidora constante desde la cuna a la tumba, que arrasa con los recursos públicos (afecciones al medioambiente, socialización de pérdidas, garantías públicas para la inversión privada, endeudamiento públicos crecientes para garantizar deudas privadas fallidas, conglomerados tecnocráticos poderosos que vampirizan la acción pública para promover intereses económicos privados espurios… que cada uno se busque su ejemplo, que abundan)…

La Izquierda liberal tiene la responsabilidad histórica de ver y dar a conocer esta realidad y vencer las resistencias a estos discursos que ponen la atención en la superación del sistema capitalista que asociábamos a utopistas cultos de salón afrancesado. Porque chicas, chicos… Con esta no-crisis-sino-cambio-de-modelo, nos han pintado en patio del recreo de negro tizón — como los cojones de un grillo — y creo que seguimos creyendo que se trata de un nubarrón pasajero.

El borracho en busca de sus llaves.
Seguimos apegados a las herramientas, a las formas de funcionar, a un campo de juego conocido que ya ha cambiado, como el borracho que busca las llaves bajo el haz de luz de la farola, aunque sepa que se le han caído en la penumbra, en esa en la que no puede ver ni orientarse: que si austeridad, que si crecimiento, que si un poquito más de déficit, que si vencimientos laxos para las obligaciones de la deuda… Esto es urgente, pero no puede ser todo aquello que ofrezcamos porque hay cosas muy importantes a las que hemos de dar respuesta.

Apegados a las herramientas del pasado, echamos de menos un crecimiento económico y mientras, delante de nuestras narices, asistimos a una regresión en la distribución de la renta — a la chita callando — que me río yo de la involución del Fernando VII, salvando las distancias del momento histórico. Regresión en la distribución de la renta que se acrecienta con la mayoría de medidas que se están proponiendo para salir de la no-crisis-sino-cambio-de-modelo y volver a darle pedales a la máquina. En el pasado, hemos fallado al desear que el crecimiento llegara a las clases populares a partir de la abundancia, libertad y opulencia de los ricos. Esto sólo lo hemos conseguido en períodos históricamente cortos, a costa de especular, generar producciones y consumos insostenibles, endeudarnos y arrasar el territorio. Por no hablar de que era y es un modelo no universalizable: ahora, hemos de generar unos modelos válidos para todo el planeta y sostenibles en el tiempo; nuestro modelo de paisito, no lo era.

Necesitamos una linterna para recuperar las llaves de nuestra casa.Y en este ínterin, hemos hecho –hablo de las democracias liberales en general y de la Izquierda en particular-- dejación de nuestro deber moral de emancipar. Y emancipar es generar bienes públicos de calidad que lo permitan, no fomentar una inundación de bienes de consumo accesibles vía endeudamiento con la que crear la ilusión de que todos somos iguales.

Sólo somos iguales y libres de verdad si la cosa pública actúa y lo procura. Si no es el caso, accedemos a discursos publicitarios con los que nos identificamos y a los que emulamos. Así, nos creeremos iguales, pero no lo seremos porque la distribución de poder real es estructuralmente no igualitaria. Y con la mayoría de medidas que se están proponiendo para salir de la no-crisis-sino-cambio-de-modelo y volver darle pedales a la máquina, la emancipación y la distribución de poder, empeora y mucho.

Para vivir sanos, libres, iguales, conscientes, fraternos, necesitamos satisfacer necesidades reales y postergar cosas que deseamos porque así se nos induce para mantener la maquinaria en marcha… Necesitamos meterle mano sin complejos al reparto del pastel de la riqueza porque la regresión distributiva de la renta hace perder libertad real a mucha gente. Necesitamos volver al ritmo sereno, lento, nutritivo, pensante, sintiente, compartiendo vivencias, ayudándonos… Suena un tanto lili-moñas, pero es una resistencia que se puede superar. Lo que está claro es que seguir el camino trillado hasta ahora, será “de sentido común” a lo Mariano –qué miedo—pero demuestra un apego a lo viejo conocido muy perjudicial, que no ayuda a emancipar a la ciudadanía e insiste en convertirla en útil de producción para satisfacer las necesidades de un sistema capitalista.

Creo que ha llegado la hora de volver a los orígenes en el sentido de replantearnos el sistema a fondo: crecimiento para qué y para quién; la generación de riqueza ha de ir de la mano de su distribución equitativa; hemos de poder debatir qué necesitamos producir como sociedad; hemos de aspirar a derivar los incrementos de productividad a la libertad de las personas y no a la a la acumulación de capital; hemos de reclamar que la libertad económica no puede anteponerse a la emancipación de la ciudadanía; hemos de crear un sistema que requiera menos financiación exterior o menos recursos físicos que hayamos de detraer en detrimento del bienestar de otros pueblos; hemos de saber discernir lo necesario de lo superfluo; hemos de aportar análisis y herramientas que ayuden a la ciudadanía a ser más conscientes y libres…

Vale; el diagnóstico lo sabemos todos. Pero, ¿qué hacemos?
Lo jodido de la situación es que como el borracho bajo la farola, no sabemos qué pasos dar para encontrar nuestras llaves en la penumbra. Es una limitación frustrante de la Izquierda. Ya uno de sus padres, Carlos Marx, demostró que era brillante diagnosticando la perversión del sistema capitalista que aún hoy aprieta —si bien, de forma mucho más elegante que entonces— pero que sus alternativas no eran especialmente recomendables. Hoy, a falta de herramientas nuevas a aplicar desde las democracias liberales, ponemos parches, pomaditas, tiritas. Pero no abordamos la no-crisis-sino-cambio-de-modelo. Aspiramos a volver a darle pedales a la máquina cuanto antes, pero no nos atrevemos a bajarnos, porque el riesgo a lo desconocido y a sus posibles consecuencias nos atenaza. Da igual que lo viejo conocido nos ahogue y nos cambie el mundo y el paisito. El miedo a decidir y construir el cambio nos atenaza. Es lo que hay.

Pero la tozuda realidad nos está instando a responder a retos de enjundia: ¿Seremos capaces de articular una propuesta que cuestione el crecimiento sin distribución de la riqueza progresivamente equitativa? Sí, tenemos que decidir.
La salida a esta no-crisis-sino-cambio-de-modelo pasa olímpicamente de la distribución igualitaria de la renta tanto en el paisito como a nivel internacional, requiere de una división internacional del trabajo con vencedores y vencidos y nos hemos rendido a la evidencia de que ha de ser así. No, estamos decidiendo políticamente que así sea. Decidamos a la contra.
¿Seremos capaces de articular una economía de la sobriedad, en la que prime la persona como fin en sí mismo (7000 millones de fines en sí mismos) y en la que se integre sin excusas el respeto a los límites físicos para el sostenimiento de 7000 millones de personas? Sí, tenemos que decidir.

No hay planeta para el modelo de crecimiento que hemos llevado y que se está extendiendo a más población en el mundo. No necesitamos tanto el crecimiento como una organización social que priorice la satisfacción de las necesidades reales de la gente común; por cierto, cada vez más desatendidas por el modelo capitalista y el crecimiento económico. Hemos de decidir un cambio de modelo.

¿Seremos capaces de generar metanarrativas, valores, relatos nuevos a los actualmente imperantes en la ciudadanía y que nos ayuden a promover una acción pública emancipadora? Sí, tenemos que decidir.

Especulemos. Mientras hayamos de seguir anclados en la metanarrativa del Homo Economicus que actúa en el mercado desde el cálculo racional inmaculado —bien informa, libre y coerciones—, promovamos la información de la trazabilidad de todos los productos y servicios que nos hallamos prestos a consumir. Trazabilidad sobre qué insumos ha requerido, cuántos kilómetros ha recorrido, qué huella ecológica ha tenido, qué trato tienen los trabajadores que lo han hecho posible…

Se da la paradoja que en el turbocapitalismo que canta loas constantes a la libertad de movimiento de los factores productivos, no permite un flujo real de información que aclare la trazabilidad de lo que consumimos. Nos inundan con publicidad —también en nombre de la libertad de expresión— pero no informamos suficientemente de los productos para un consumo consciente de la ciudadanía.

¿Seremos capaces que explicar que la colaboración puede generar tanto como la competición? Sí, tenemos que decidir

Hay una metanarrativa muy cachonda que nos hemos tragado. Damos por supuesto que ante todo hemos de competir, porque —creemos— somos seres en liza constante y que, de ahí, la apabullante legitimidad capitalista, mero reflejo de nuestra naturaleza intrínseca. Venga hombre! Somos hijos de las Luces, y podemos crear nuevas formas de entendernos y gestionarnos. Y la cooperación, colaboración es una vía.

Salud a raudales para todas.

lunes, 4 de junio de 2012

Social democracia de la pobreza

La socialdemocracia siempre ha tenido como una de sus premisas implícitas la idea que existía un sobrante que estaba mal repartido. Sobre esta base, cierta en las economías en expansión, ha conseguido en muchos países una distribución del bienestar que no tiene precedente en la historia de la humanidad. Sin embargo la crisis actual plantea un escenario, bastante desarrollado en Grecia, en el que no se ve sobrante y en el que va apareciendo cada vez más desigualdad.

 ¿Pero que hacer en tiempos de crisis? Los del PP han optado exclusivamente por políticas de austeridad, mientras aprovechan que "el Pisuerga pasa por Valladolid" para imponer sus dogmas económicos privatizadores. Al tiempo aplican la estrategia del ventilador, exculpando de desastres cuando se trata de los suyos y asignando responsabilidades exclusivas a lo que hicieron los demás. Parece claro que no van por buen camino.

¿Y qué respuesta existe? Pues respuesta clara no hay. La socialdemocracia pretende actuar con comportamientos democráticos y renuncia por tanto a acciones impositivas como las que se producen en los regímenes de matriz comunista. No propugna políticas autoritarias  que históricamente se han revelado incapaces de crear riqueza que repartir y que no se basan en la voluntad democrática de la población.

Pero me gustaría hacer una distinción metodológica. Una cuestión es salir de la crisis y otra cosa es restablecer la justicia. Creo que en la izquierda se están confundiendo estas dos cosas. Por ejemplo, una medida que promueve igualdad y que es de justicia, tal como ampliar los límites de las condiciones para tener ayudas sociales no tiene porqué ser buena para salir de la crisis. Sin embargo es totalmente deseable en las circunstancias actuales. O por otra parte, son necesarias medidas de austeridad que tomadas con los medios que proporciona la ley pueden producir y producen efectos claramente injustos.

Sin embargo muchos de los análisis de izquierda sobre la crisis confunden estos planos, proponen medidas que dicen son apropiadas para salir de la crisis porque son justas. Frases como ¡Qué paguen la crisis los que la han provocado! expresan un buen deseo, pero no un camino para la solución. Desgraciadamente las leyes económicas, si la palabra ley se puede aplicar a la economía, son bastante crueles y muchas veces entienden poco de justicia.

Si algo no hay duda es que ahora somos globalmente más pobres de lo que éramos hace tres años. Y tiene que ser asumido. Pero la socialdemocracia tiene también un papel en esta época de vacas flacas: mitigar los daños en la matriz social. Evitar que so pretexto de salir más rápido de la crisis se machaque a la población profundizando en la desigualdad.

 Imagen de http://www.ecoportal.net

viernes, 1 de junio de 2012

Arguiñano y la política

Comparaba Arguiñano el otro día a los banqueros y los políticos mentirosos con gángsters, así, como quien no quiere la cosa, entre picadito de cebolleta y rehogado del guiso.
Más allá del escándalo que ha supuesto para algunos que un cocinero, por muy televisivo que sea, hable de política en su espacio, a mí se me ocurren unas cuantas consideraciones al respecto.


  • Un cocinero puede hablar de política porque la Política es algo que interesa o debería interesar a todo el mundo sin excepción.
  • ¿O no hay miles de personas que hablan de fútbol y no son entrenadores? Pues esto es lo mismo.
  • Ojo a los últimos segundos del vídeo en los que pide respeto para los inmigrantes. Se nos olvidó que nuestros abuelos y padres tuvieron que irse a Sudamérica, Suiza, Bélgica y Alemania... pero ahí están.
  • ¿El problema, realmente, cuál es? ¿Que lo que dijo no gustó a algunos?
  • ¿Qué tiene previsto hacer el Gobierno para reinsertar laboralmente a los 3 millones de trabajadores que nunca más van a volver a trabajar en la construcción y que la hostelería o la agricultura no pueden absorber?
  • ¿Creéis que las declaraciones de Arguiñano han removido el corazón de alguno de sus teleespectadores?
  • ¿Cuándo pondremos coto a las especulaciones financieras?
En fin, todas estas divagaciones se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia...